Fuentes de energía para calefacción

Es cierto que, actualmente, los sistemas de calefacción que funcionan por gas (ya sea gas natural, propano o butano) son los que más se utilizan, es bueno saber que no son las únicas fuentes de energía disponibles para la calefacción.

Fuentes de energía solar

En este artículo vamos a hablar de las diferentes fuentes de energía que podemos utilizar. Las variables a tener en cuenta serán muchas: rendimiento, contaminación, precio del combustible, espacio de almacenamiento, etc.

Gasóleo

Es una de las fuentes más utilizadas para viviendas unifamiliares y comunidades de vecinos. Las calderas de gasóleo no son calderas que den un gran rendimiento y cada vez tienen peor publicidad por la contaminación que producen. El mantenimiento y la necesidad de dejar espacio para el depósito de combustible son algunos de sus inconvenientes, junto con el hecho de que son ruidosos.

Como ventaja podemos comentar que tienen una excelente relación calidad/precio, y que el diésel tiene un PCI relativo al coste actual. Por supuesto, si los precios del petróleo suben, eso puede hacer que el diésel sea más caro.

Gas

El gas es más utilizado en zonas residenciales de edificios y en zonas donde el desarrollo del gas canalizado facilita su implantación. La sencillez de su instalación y la calidad de las calderas de gas han producido grandes mejoras en la actualidad.

Tienen un excelente rendimiento (especialmente las calderas de condensación). Su mayor obstáculo es la seguridad. Aunque las instalaciones son cada día más seguras, todavía hay un segmento del público al que no le gusta usar el sistema de gas.

Las unidades que utilizan GLP (butano o propano) también son vulnerables al aumento de los precios del petróleo, mientras que las que utilizan GN (gas natural) también se ven afectadas por las fluctuaciones del precio del gas de los mercados internacionales.

Electricidad

Es el tipo de instalación menos eficiente, y con menos rendimiento de todas ellas. Además, el increíble precio alcanzado por la electricidad hace que mucha gente busque alternativas a los sistemas de calefacción eléctricos.

Bombas de calor

Los sistemas eléctricos calentados por bombas de calor (especialmente en sistemas de aire/agua) son muy recomendables. El rendimiento de estas unidades es muy alto (¡alrededor del 400%!). El mayor problema es que el rendimiento se degrada cuando se usa en lugares con temperaturas exteriores más frías, por lo que es necesario sobredimensionar el dispositivo.

En instalaciones normales de radiadores no mostrarán toda su potencia, sin embargo, en instalaciones de baja temperatura como suelo radiante son muy recomendables.

Energía solar térmica

La energía gratis para la calefacción suena bien, ¿verdad? El problema surge porque se requiere menos calefacción cuando se puede usar más (primavera, verano y otoño). Sin embargo, funciona bien en la producción de ACS (agua caliente sanitaria) y sistemas de baja temperatura (suelo radiante).

La gran ventaja de la energía solar térmica es que el sistema es cada vez más barato y se amortiza rápidamente.

Pellets

El uso de sistemas de biomasa es cada vez más importante, el rendimiento de las calderas y hornos es aceptable y los precios de los combustibles no son demasiado elevados.

Los mayores problemas están en la recolección de cenizas, almacenamiento de combustible y mantenimiento.

Son muy útiles en lugares donde es difícil abastecerse de gas o diesel, y en comunidades con amplio espacio de almacenamiento.

Tengamos en cuenta que en todos los casos anteriores, la instalación debe ser realizada por una empresa instaladora RITE registrada en su industria CCAA. Además, si debe hacer una instalación de gas, debe estar autorizado por la empresa instaladora de gas, y en el caso de un sistema de bomba de calor, también debe estar autorizado por la empresa que maneja el gas fluorado.

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